Javier y sus amigos llevaban tiempo planificado ir a un festival de música en Barcelona. Habían ahorrado y comprado las entradas con meses de antelación.

Estaban emocionados por ver a sus grupos favoritos en vivo y disfrutar de la energía del festival. Pero al llegar al aeropuerto de Valencia, se llevaron una sorpresa al ver que su vuelo iba con 2h de retraso. Eso ponía en riesgo todo el plan, pues tenían el tiempo justo para ir al hotel, dejar las maletas e irse al festival.

Posiblemente, fueron las 2 horas más largas del verano, pues nadie les daba una solución ni nada de información. Decidieron poner una reclamación a través de Quickclaim, quien se hizo cargo de toda la gestión. A pesar del retraso, lograron llegar a Barcelona a tiempo para ver algunos de los mejores conciertos.

Pasado un tiempo recibieron la noticia de que les iban a indemnizar a todos, la alegría fue mayor cuando vieron que casualmente, el dinero que recibirían era el mismo que el coste del viaje y las entradas del festival.