Según fuentes contrastadas, al menos 3 de cada 10 viajeros en España han pedido un crédito para irse de viaje este verano.
Todos necesitamos desconectar, aunque eso implique hacer un esfuerzo extra durante el resto del año. Para la mayoría, reservar vacaciones a través de una agencia de viajes es lo más recomendable. Invertimos tiempo y esfuerzo en visitar varias agencias y negociar una «rebajita» para ahorrar lo máximo posible. Esto no es por tanto un signo de ser un “derrochón turístico”.
Tampoco lo es evitar gastos en el hotel y optar por comidas en lugares asequibles en vez de hacerlo en el propio hotel. Incluso, algunos de nosotros soportamos un atracón en el desayuno del hotel para intentar pasar el día casi con esa única comida pagada.
En el aeropuerto, también evitamos gastos innecesarios y llevamos cosas de casa para no gastar más de lo necesario. Sin embargo, es precisamente en el aeropuerto, al inicio o al final de nuestro viaje, donde muchas veces tiramos por la borda todo el ahorro conseguido con tanto esfuerzo.
Cuando el vuelo se retrasa más de 3 horas, nos quejamos, llamamos a la agencia de viajes, nos indignamos ante el personal de la aerolínea, pero luego no hacemos nada más. No ponemos el mismo empeño que en otras cuestiones relacionadas con nuestra economía y nuestro viaje.
Según la legislación europea, cualquier retraso superior a 3 horas que no sea por motivos justificados, como inclemencias meteorológicas, nos da derecho a una indemnización de hasta 600 euros por pasajero.
Es aquí donde se muestra nuestra faceta de “derrochón turístico”. Si viajamos con nuestra pareja y dos hijos, podríamos tener derecho a hasta 2.400 euros, casi el costo total del viaje, pero no ejercemos nuestro derecho.
Las razones más comunes para no reclamar
Desconocimiento de los derechos: Muchos viajeros desconocen que tienen derecho a una indemnización y creen que un vale para comida es suficiente compensación.
Ignorancia del proceso: La falta de información sobre cómo realizar una reclamación hace que muchos no lo intenten, sin saber que pueden reclamar vuelos hasta cinco años después del incidente.
Proceso percibido como complicado: Aquellos que intentan reclamar se enfrentan a la solicitud de numerosa documentación y la falta de respuesta de las aerolíneas, lo que les desanima ante la idea de un proceso judicial largo y costoso.
La Solución: QuickClaim
Para aquellos que se sienten desalentados por estos obstáculos, QuickClaim ofrece una solución efectiva. QuickClaim gestiona todo el proceso de reclamación de indemnizaciones aéreas. Con solo dos clics, los viajeros pueden presentar su reclamación y entregar la documentación necesaria sin complicaciones. Además, QuickClaim no cobra ningún tipo de tarifa hasta que el cliente reciba su indemnización.
QuickClaim cuenta con un equipo especializado en la gestión de reclamaciones aéreas y tiene una tasa de éxito del 98%. En caso de no conseguir la indemnización, el cliente no paga nada.
Si has sufrido un retraso o cancelación de vuelo en los últimos cinco años, visita www.quickclaim.es y empieza tu reclamación en solo dos clics.
Si quieres ejercer de “Derrochón Turístico”, date un homenaje en el restaurante del hotel, pero no dejes de ejercer tus derechos y salvaguardar tu economía.