Según la legislación europea vigente, cualquier retraso superior a tres horas o cancelación de un vuelo con menos de 14 días de antelación, que no sea por causas justificadas como inclemencias meteorológicas, obliga a la aerolínea a indemnizar a cada pasajero con hasta 600 euros. Sin embargo, en 2023, los españoles dejamos de reclamar más de 500 millones de euros a las aerolíneas por este concepto.
Motivos detrás de las indemnizaciones no reclamadas
El abandono de estas reclamaciones puede atribuirse a varios factores. Culturalmente, los españoles tenemos fama de dejar pasar los inconvenientes si el viaje en general ha sido satisfactorio. Sin embargo, existen razones mucho más significativas:
Falta de conocimiento: Muchos viajeros no están al tanto de sus derechos y creen que recibir un vale para comida tras un retraso es la única compensación a la que tienen derecho.
Desconocimiento del proceso: La falta de información sobre cómo iniciar una reclamación lleva a muchos a desistir, sin saber que pueden reclamar vuelos hasta cinco años después del incidente.
Proceso complicado: Incluso aquellos que intentan reclamar se enfrentan a la solicitud de numerosa documentación, falta de respuesta de las aerolíneas y la perspectiva de un largo y costoso proceso judicial.
La Solución: QuickClaim
Para aquellos que se sienten desanimados por estos obstáculos, existe una solución efectiva. QuickClaim es una empresa que gestiona todo el proceso de reclamación de indemnizaciones aéreas. Con solo dos clics, los viajeros pueden presentar su reclamación y entregar la documentación necesaria sin complicaciones. Además, QuickClaim no cobra ningún tipo de tarifa hasta que el cliente reciba su indemnización.
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