Laura, propietaria de un pequeño restaurante en Málaga, se dedica a ofrecer una cocina fusión que combina platos españoles con sorpresas culinarias de todo el mundo.
Cada agosto, dedica dos semanas a viajar a un país diferente para aprender un plato típico y añadirlo a su carta. El pasado mes de agosto, su destino fue Ámsterdam.
Viaje a Ámsterdam
Laura disfrutó de las bellezas de la ciudad, su espectacular canal y la rica cultura de Ámsterdam. A pesar de probar numerosos platos típicos, ninguno le impresionó lo suficiente como para incluirlo en su menú. Regresaba a Málaga algo desilusionada por no haber encontrado la novedad que buscaba para su restaurante.
El retraso del vuelo
En el aeropuerto de Ámsterdam, Laura se enteró de que su vuelo se retrasó finalmente más de cinco horas. Apesadumbrada por la falta de un nuevo plato para su menú y agotada por la espera, Laura se sintió frustrada. Durante la espera, conoció a una pareja que le habló sobre QuickClaim, una empresa que gestiona indemnizaciones por retrasos y cancelaciones de vuelos sin cobrar hasta que se obtiene la compensación. Con esta información, Laura presentó su reclamación desde la zona de embarque.
La espera y la sorpresa
De vuelta a Málaga, Laura retomó su rutina. Sus clientes habituales seguían preguntando por el nuevo plato del año, pero ella debía confesarles que este año no habría novedad. Un sábado, una pareja italiana visitó su restaurante y quedó encantada con la comida, aunque notaron la falta de variedad en los postres. Sugirieron que Laura incluyera la Panna Cotta, un postre típico italiano, en su menú. La pareja, que resultó ser repostera de la ciudad de Piamonte, se ofreció a enseñarle a prepararla.
La indemnización y el curso de cocina
Esa misma tarde, Laura recibió una llamada de QuickClaim informándole que había recibido 600 euros de indemnización. Emocionada, decidió no esperar al verano siguiente y aprovechó el puente de octubre para viajar a Italia. Allí, aprendió a hacer una deliciosa Panna Cotta bajo la guía de sus nuevos amigos.
La nueva carta del restaurante
De vuelta a Málaga, Laura añadió la Panna Cotta a su menú, y pronto se convirtió en el postre más popular de su restaurante. Sus clientes no podían esperar para probarlo después de sus comidas.
La reflexión de Laura:
«No siempre la vida se ajusta a tus pretensiones ni a tus planes, por eso si la vida te da naranjas, aprovecha y haz zumo.»